Recuerdos vienen a mi mente de la primera vez que probé Borsch y fue en este lugar, y hoy, siendo mi último día en Moscú regresé, y sentí una gran acogida por parte del personal del lugar, el mesero Ural, con su carisma hizo que me sintiera como en casa. Excelente comida y servicio por parte de Ural. Siempre será un placer venir a este lugar.
Saludos y recuerdos desde Guayaquil, Ecuador. Andrés Barahona.